El pozo de hielo
El pozo de hielo -situado cerca del paso de la barca y junto al paso estratégico de la Roca del Droc- es una construcción semisubterrània de grandes dimensiones, de forma cilíndrica y cubierta de cúpula semiesférica, con una estructura externa octogonal que protegía la cúpula.
De esta estructura se conservan 6 paredes: cada uno de los lados del octógono mesura 3,40 de largo y la anchura de los muros es de 80 cm. Las medidas totales del pozo son 11 metros de diámetro a la base circular y 8 metros a la estructura externa octogonal. El interior del pozo se encuentra en perfecto estado de conservación, hace más de 10 metros desde la base hasta la cúpula y 9,3 metros de diámetro. Los muros que conforman las paredes son de más de 1 metro de anchura. A la parte superior del cilindro hay dos aperturas por dónde en su día se debería de entrar el hielo. Las marcas de pequeños agujeros a distancia regular a los muros de las paredes sugieren los puntos de anclaje de alguna estructura de madera utilizada para el acceso des hombres que trabajaban dentro del pozo.
A media altura, a 1,5 metros de la cúpula, se practicó una puerta, de factura evidentemente posterior a la construcción del pozo, y que debería de permitir un acceso rápido a su interior.
Historia
El Señor de Corbera era arrendatario del Priorat de Sant Ponç y cobraba los censos y diezmos del monasterio, así como del paso de barca, del molino de harina y del pozo de hielo. Igualmente eran propiedad del barón el hostal de peregrinos, la carnicería y el horno de pan, que tenía alquilados. Era obligación del hostalero vender, entre otros productos, y especialmente durante las fiestas de la patrona el 22 de julio, hielo o nieve, para la conserva de los alimentos y por uso de los habitantes y de los forasteros que venían de lejos para venerar la santa. a mención específica al hielo, como producto entre otros que tenía que proporcionar, ponen de manifiesto la existencia de un pozo en los alrededores y la accesibilidad del hostalero para la adquisición del hielo. No es de extrañar que el Señor de Corbera dispusiera de un pozo de hielo, porque el hielo se consideraba un producto de primera necesidad; además, tenía el título de Barón y era uno de los hombres más poderosos de la zona.
Actualmente el pozo está en terrenos propiedad de la marquesa de Pallejà.