Sant Ponç de Corbera
La iglesia de Sant Ponç de Corbera se encuentra mencionada por primera vez el 1068. Poco después, el 1085, recibe una deja testamentaria del obispo de Barcelona Humberto de Cervelló, el que pose en evidencia el vínculo entre este linaje y el lugar. Habría que contemplar la posibilidad que esta iglesia fuera una fundación de la casa de los Cervelló; empezada por Alemán de Cervelló (hermano del obispo Humberto) con la voluntad que aconteciera la sede del panteón familiar.
EL PRIORAT
La primera mención del priorato se encuentra en un documento del 1096, donde intervino el prior Salomó de Sant Ponç. Posiblemente había sido fundado pocos años antes. Casi desde su fundación se tiene constancia de su sujeción a Cluny, a través de Sant Pere de Casserres.
Vuelve a mencionarse en 1235, cuando el prior Riambau acogió a Pere de Cornellà como clérigo. Siempre fue un cenobio muy pequeño, de hecho los priores eran monjes de Casserres, donde residían. Podía haber un par de monjes a Sant Ponç, además de clérigos al servicio de la población de las cercanías.
El inicio del siglo XIV llevó una serie de desavenencias con el obispado de Barcelona motivadas por la negativa de los priores de Sant Ponç a facilitar las visitas pastorales aduciendo que dependían de Casserres y en el fondo, de Cluny. Este enfrentamiento culminó el 1310 con el excomunicació del prior y del sacerdote de Sant Ponç, que se prolongó hasta el 1314, cuando se permitió la entrada al visitador.
La decadencia se agravió a mediados del siglo XIV, posiblemente ligada con la de Sant Pere de Casserres. Siguió una época de priores comendatarios (hay constancia de esto el 1550),algunos de ellos ni siquiera eran monjes.
En la segunda mitad del siglo XVI se vinculó a los benedictinos de Santo Pablo del Camp, que posiblemente se limitaban a cobrar las rentas de Sant Ponç. Dejó de ser priorato, pasando a parroquia dependiente de Santa Maria de Corbera. También como parroquia perdió vitalidad y el lugar quedó abandonado.
Los edificios
Los restos del priorato se limitan prácticamente a la iglesia de Sant Ponç, a pesar de que las construcciones anexas podrían enmascarar restos del antiguo establecimiento monástico. La iglesia es un magnífico ejemplar, que arquitectónicamente no se aviene con la escasa vitalidad de la comunidad que residía, quizás las expectativas de los Corbera, supuestos impulsores del edificio, eran más elevadas de las que realmente llegaron a atènyer.
Se trata de una construcción de una única nave, con vuelta de cañón y arcos torales soportados por pilastras adosadas. Tiene un transepto con tres ábsides semicirculares, el central con tres nichos semicirculares (no aparentes al exterior) y tres ventanas a la parte superior. Al cruce de la nave y el crucero hay una cúpula semiesférica. La fachada tiene una puerta sencilla, sobre la cual hay una pareja de ventanas y más arriba una apertura geminada.
Exteriormente la cúpula es de planta cuadrada, con un campanario encima, al que se accede por una escala externa. Los ábsides se encuentran adosados en un cuerpo con cubierta de doble vertiente.
Es una construcción del siglo XI y ha sido restaurada en varias ocasiones, entre el 1929 y 1992.
